El hecho salió a la luz luego de que la madre de un niño autista diera a conocer el gran problema que significa para él y sus compañeros, el sonido diario de las campanas del recinto.
Quizás muchas y muchos podrán decir que el sonido de campanadas puede ser molesto para cualquier persona, sin embargo, lo que vive una persona dentro del Espectro Autista traspasa esos límites, generando reales crisis que pueden invalidarlas durante horas o días.
Esto que lo que dio a conocer Ana María Rodríguez, madre de un pequeño que está dentro del Espectro Autista, en una entrevista en “Contigo en la mañana” de Chilevisión.
En la oportunidad, la mujer comentó que este es un real problema para su hijo y sus compañeros, quienes sufren por los grandes estruendos. “Son 45 niños en el colegio O’Higgins de Maipú que sufren con las campanadas del Templo, se escuchan cada una hora”, declaró en el programa.
Este se debe al trastorno sensorial que tienen las y los autistas, que en algunos casos puede implicar graves crisis de ansiedad, ya que los sonidos son procesados de manera directa, afectando el sentido de la audición.
Ante esta situación, desde el Templo votivo de Maipú, a través de un comunicado de prensa dieron a conocer la decisión de cesar – de manera temporal- el uso de las campanas, desconociendo la realidad de las personas autistas y el daño que ello les podía causar. “Nosotros nunca estuvimos enterados de lo que ocurría respecto a lo del campanario, si hubieses tenido conocimiento habríamos tomado la decisión antes”, declaró José Luis Alarcón, administrador del lugar, según consigna Publimetro.
Estímulos excesivos
Esta situación es solo una de las tantas que pueden afectar sensorialmente a una o un autista, ya que sus sentidos perciben todo de manera mucho más aguda. De hecho, en vísperas del año nuevo recién pasado, a través de redes sociales, distintos activistas comenzaron una campaña para terminar con los fuegos artificiales.
A esto se sumó, la decisión del municipio de Valparaíso, quienes dieron a conocer que el 2022 sería el último año que utilizarían pirotecnia. “Genera consecuencias negativas, especialmente en personas con TEA, animales y medioambiente”, manifestaron a través de sus cuentas oficiales.
Además de estímulos sonoros, también se encuentran los visuales, como las luces fluorescentes, música con volumen fuerte en locales comerciales y restoranes, entre otros más. Por eso es necesario que los espacios sean inclusivos también para quienes tienen una discapacidad “invisible” como es el autismo.
Como madre de una niña autista esta noticia me emociona muchísimo.
Muestra cómo hace falta que solo una persona sea empática y logre entender lo que le pasa a personas diferentes a él para generar un cambio. Muchas gracias Sr. Alarcón por su noble gesto.